Liderazgo, procesos grupales hacia la meta y desempeño competitivo. Béisbol (Cuba) (página 2)
Las dimensiones del estilo se refieren al grado de
centralización o descentralización ejercido por el
DT en el proceso de toma de decisiones. Vale decir, el grado en
que estimula o establece límites y restricciones a la
participación de sus subalternos en dicho proceso. Las
dimensiones incluyen además su mayor o menor
orientación a la realización efectiva de tareas
fundamentales para la consecución de las metas, y a la
consideración de los sentimientos de los subalternos
mediante el desarrollo de interacciones emocionales. Finalmente,
las dimensiones del estilo se refieren a su vez, al grado de
severidad en la aplicación de medidas correctivas o
disciplinarias relacionadas con las faltas cometidas. Las
actitudes de la membresía hacia tales aspectos son medidas
mediante un diferencial semántico de Osgood.
3.3.1.7) Integración sociométrica
funcional y emocional de la membresía de un
grupo
Como ya planteamos en el marco teórico de esta
investigación, hemos considerado en nuestro trabajo, que
la mejor expresión de la integración
sociométrica en cualquiera de sus planos, lo constituye la
proporción de miembros que posee una integración
adecuada. Es decir, aquellos que tienen un Status
Sociométrico (Sp) alto o al menos medio, considerado a
partir del grado de significación de la proporción
de preferencias que el grupo le expresa. Será medida
mediante la utilización de procedimientos
sociométricos. Mayores especificaciones relacionadas con
este asunto están contenidas en la sección
correspondiente a las técnicas de
investigación.
3.4) Hipótesis
investigativa:
El desempeño competitivo de los equipos, en
términos de la proporción de juegos ganados,
será superior en la medida en que resulten más
favorables las variables especificadas en nuestro problema de
investigación. Esto es:
— Las actitudes de la membresía hacia las
dimensiones del estilo de su Director Técnico
— La proporción de miembros que satisfacen
alguna de las dimensiones de la Condición de Líder
de grupo en las situaciones de juego. Así como:
— Los niveles de integración sociométrica
funcional y emocional de la membresía
Como ya se ha señalado, para validar esta
hipótesis debieron controlarse una serie de variables
intervinientes en los resultados competitivos colectivos, las
cuales fundamentaremos al explicar la metodología
investigativa de este trabajo, en la sección
correspondiente al control de variables.
3.4.1) Fundamentación de la
hipótesis.
Fundamentaremos esta hipótesis en relación
con cada una de las diferentes variables de rendimiento
consideradas. El nexo hipotetizado entre el liderazgo a nivel del
grupo y los resultados competitivos alcanzados por los equipos,
se fundamenta en los siguientes términos: Como ya hemos
planteado, la Condición de Líder Natural implica
recibir un Respaldo significativo de manera espontánea por
parte del grupo, realizar Aportes de significación a la
tarea que el grupo realiza e Influir y Motivar a los restantes
miembros para la consecución de la meta. Quiere esto decir
que si dentro del equipo existen miembros con capacidad para
arrastrar al grupo espontáneamente, y activar las reservas
motivacionales, los recursos y el potencial de la
membresía, ello se convertirá en un factor
importante para el incremento de las acciones necesarias
orientadas a un mayor desempeño, toda vez que el
rendimiento competitivo de los equipos que colectivamente se
mueven en la dirección de una meta, no depende solamente
de las habilidades individuales de los atletas, y del plan
técnico-táctico y estratégico del juego. Por
otra parte, el nexo hipotetizado entre los resultados alcanzados
por los equipos y los niveles de integración grupal en los
planos funcional y emocional, así como el nexo existente
entre las actitudes de los miembros hacia los patrones
característicos de las dimensiones del estilo de sus
Directores Técnicos, y los resultados competitivos
alcanzados, se fundamenta en los hallazgos de Casales y
Álvarez (2014).
3.5) Metodología de la
investigación.
3.5.1) Tipo de
investigación.
Seleccionamos un diseño de investigación
no experimental y transversal. Sobre esta base, el tipo de
investigación a realizar fue correlacional. Este tipo de
estudios tiene como propósitos medir el grado de
relación que existe entre dos o más variables en un
contexto particular. (Véase Garrett, 1974). La utilidad y
el propósito principal de los estudios correlacionales es
saber cómo se puede comportar un concepto o variable
conociendo el comportamiento de otra u otras variables
relacionadas. Lo anterior se ajusta a los fines de nuestra
investigación, ya que tenemos como propósito medir
el grado de relación existente entre las diferentes
variables de nuestro estudio.
3.5.2) Universo y muestra de
estudio.
El universo de estudio de la presente
investigación fue la 53 Serie Nacional Cubana de
Béisbol, en su etapa clasificatoria, campeonato que tuvo
lugar de Noviembre del 2013 hasta Enero del 2014. Este campeonato
se realiza con una frecuencia anual y en la actualidad participan
un total de 16 equipos, representantes de las diferentes
provincias del país, teniendo en cuenta la División
Política Administrativa del mismo (15 provincias y un
municipio especial). Estos equipos están conformados por
un cuerpo técnico y 32 jugadores. (Véanse las
Estadísticas Oficiales de la 53 Serie Nacional Cubana de
Béisbol, 2013). En el Anexo 1, aparece la
composición de todos los equipos del universo de estudio.
El cuerpo técnico está integrado generalmente por
el Director del equipo, un auxiliar, tres entrenadores, un carga
bates, un médico, un fisioterapeuta, un psicólogo,
y un delegado. En relación a los jugadores, solo 25
conforman la nómina más estable, que viaja con el
equipo a todos los enfrentamientos en las diferentes provincias.
El estudio se realizó sobre la base de estos. Durante la
etapa clasificatoria del torneo, los equipos juegan todos contra
todos. Los enfrentamientos consisten en 3 juegos consecutivos que
se realizan en la sede de uno de los dos equipos, por lo que cada
equipo efectúa un total de 45 juegos.
3.5.2.1) Selección de la muestra.
Seleccionamos una muestra no probabilística, en
vista de que todos los equipos no tuvieron la misma posibilidad
de ser escogidos (solo fueron incluidos aquellos que fueron
accesibles a los investigadores en la etapa de las aplicaciones,
de acuerdo con su calendario de juegos). Hubiese sido deseable
incluir la totalidad de los 16 equipos, sin embargo, resultaba
prácticamente imposible el desplazamiento hacia todas las
sedes provinciales, y seguir el movimiento constante de estos a
través de las diferentes provincias, considerando
además la presión de tiempo a que estaban
sometidos. Pero, a pesar de dichas limitaciones, pudimos
conformar la muestra con 12 de los 16 equipos intervinientes en
el campeonato. De estos, fueron incluidos 7 de los 8 clasificados
(Industriales, Matanzas, Villa Clara, La Isla, Holguín,
Santiago y Artemisa). y 5 de los no clasificados (Ciego, Las
Tunas, Camaguey, Guantánamo y Sancti Spiritus). Quedaron
excluidos: Pinar del Rio (del grupo de clasificados) y Mayabeque,
Granma y Cienfuegos (del grupo de los no clasificados). Para una
caracterización y análisis de los resultados de los
equipos clasificados, véase el trabajo de Lage (2014),
mientras que la caracterización y análisis de los
no clasificados, se encuentra en el trabajo de Yumar
(2014).
Como es conocido (Hernández, Fernández y
Baptista, 1998), una muestra seleccionada sobre la base de este
criterio, tiende a estar sesgada, lo cual constituyó una
de las limitaciones del presente estudio. Por tanto, no se
podía asumir que dicha muestra resultaría
representativa de la población de la cual se extrajo
(equipos participantes en la 53 Serie Nacional de Béisbol,
en su etapa clasificatoria). De manera que los resultados y
conclusiones del estudio se circunscriben a los equipos
estudiados, sin que se puedan realizar inferencias sobre la
población como un todo. A pesar de esto, al incluir 12, de
los 16 equipos posibles, consideramos que obtuvimos una
representación bastante amplia del campeonato en su
conjunto.
3.5.2.2) Control de variables.
Para el desarrollo de la investigación y la
validación de nuestra hipótesis, se hizo necesario
controlar tres grupos de variables que podían afectar el
rendimiento competitivo de los equipos, y en consecuencia dar al
traste con las relaciones entre las variables formuladas en
nuestro problema investigativo. Estas fueron, en cuanto al primer
grupo, Variables Socio Demográficas como: (Edad,
Escolaridad, Tiempo en el equipo de cada jugador, Cantidad de
Series Nacionales de cada jugador y la Experiencia Colectiva del
Equipo, calculada sobre la base del promedio de series nacionales
de sus jugadores).
En cuanto al segundo grupo de variables controladas, se
trataba de Variables Técnico-Tácticas de
Rendimiento Individual en la competencia previa. Entre estas
consideramos la Proporción de Jugadores de Alto
Desempeño en la serie 52, incluidos en la nómina de
cada equipo (de la presente Serie 53). Para esto se tuvo en
cuenta el promedio de bateo en dicha serie, el promedio de
pitcheo (en cuanto a las carreras limpias permitidas) y el
promedio de pitcheo en cuanto a la proporción de juegos
ganados y perdidos por cada lanzador.
De manera que en el Promedio de Bateo, consideramos la
Proporción de Jugadores de Alto Desempeño presentes
en la nómina inicial de cada equipo. En cuanto al Promedio
de Pitcheo (en base al Promedio de Carreras Limpias permitidas
por juego), consideramos la Proporción de Jugadores de
Alto Desempeño presentes en la nómina de cada
equipo, y en cuanto al Promedio de Pitcheo (en base al Promedio
de Juegos Ganados y Perdidos), consideramos la Proporción
de Jugadores de Alto Desempeño presentes en la
nómina de cada equipo.
Para la consideración de los jugadores de Alto
Desempeño (en cada una de las tres categorías
anteriores) incluidos en la nómina inicial de cada equipo,
tomando como base su desempeño en la Serie 52, partimos de
las estadísticas oficiales reflejadas en la Guía
Oficial de Béisbol de la Serie 52, la cual refleja, la
relación de los Primeros Bateadores, los Primeros
Lanzadores (en Promedio de Carreras Limpias permitidas) y los
Primeros Lanzadores (en Promedio de Juegos Ganados y Perdidos).
Véase CINID-INDER (2013).
En el Anexo 2 aparece la relación de los primeros
bateadores de la Serie Nacional 52. En el Anexo 3 aparece la
relación de los primeros lanzadores (en base al promedio
de carreras limpias permitidas) de la Serie Nacional 52. En el
Anexo 4 aparece la relación de los primeros lanzadores (en
base al promedio de juegos ganados y perdidos) de la Serie
Nacional 52.
En cuanto al tercer grupo de variables controladas, se
trataba de Variables Técnico-Tácticas de
Rendimiento Colectivo en la Competencia Actual (Serie 53), como:
Promedio Colectivo de Bateo (Anexo 5), Promedio Colectivo de
Pitcheo, sobre la base de las carreras limpias permitidas por los
lanzadores (Anexo 6) y Promedio Colectivo de Fildeo (Anexo 7).
(Véase: Béisbol. 53 Serie Nacional Cubana,
2014).
3.5.2.2.1) Fundamentación de la importancia del
control de las variables definidas por nosotros.
3.5.2.2.1.1) Edad
Se refiere a los años de vida de cada jugador
(edad cronológica). Esta variable se controló
(véase Casales y Álvarez, 2014), en vista de que al
tratarse de grupos deportivos, el mayor o menor rendimiento de
estos, podía estar dado por la proporción de
atletas más o menos jóvenes dentro del equipo,
tomando en consideración que es un deporte en el que los
jugadores requieren mantener buenas condiciones físicas,
agilidad (rapidez de movimientos y reacción) así
como destrezas, fuerza y resistencia. En resumen, la edad puede
influir en el desempeño individual y, como consecuencia,
en los resultados competitivos de los equipos.
3.5.2.2.1.2) Escolaridad
La variable nivel de escolaridad, se refiere (ver
Casales y Álvarez, 2014) al total de años
académicos cursados por los individuos, en los programas
(sistemas) formales de estudios en nuestro país. Esta
variable se controló debido a su incidencia en el
desarrollo cognoscitivo de las personas, y por tanto en su
capacidad para comprender las estrategias de juego, comunicarse
adecuadamente, evaluar correctamente las situaciones
críticas que se presentan durante las competencias, entre
otras, por lo que puede afectar también los resultados
competitivos.
3.5.2.2.1.3) Experiencia individual de los atletas en
ese deporte.
Esta variable fue medida de acuerdo con Casales y
Álvarez (2014) como la cantidad de campeonatos anteriores
en los que habían participado los miembros. En esta
investigación se consideraron las Series Nacionales. La
mayor experiencia en el deporte (individual y colectivo) puede
influir en los resultados competitivos ya que se encuentra
asociada con un mayor desarrollo de las habilidades necesarias
para el éxito en el juego.
3.5.2.2.1.4) Tiempo en el equipo de cada
jugador
Esta variable fue medida (ver Casales y Álvarez,
2014) en función de la cantidad de años durante los
cuales los individuos han jugado con el equipo al que pertenecen
actualmente. En consecuencia, puede estar relacionada con un
factor de "team work". Trabajar (entrenar y competir) juntos
durante mucho tiempo, mejora las coordinaciones, el acople mutuo
y facilita el entendimiento de los jugadores en las situaciones
de juego (especialmente en situaciones críticas). Sin
dudas, este factor, casi intangible de "team work" puede influir
en los resultados competitivos.
3.5.2.2.1.5) Proporción en cada equipo de
jugadores de alto desempeño en la competencia del mismo
tipo, previa a este campeonato. (Serie 52). (Véase
CINID-INDER, 2013).
Como es natural, puede suponerse que a mayor
proporción de jugadores de alto desempeño que
inicialmente integra la nómina de un equipo, este
alcanzaría mejores niveles en sus resultados competitivos,
en comparación con otros equipos que posean jugadores
menos estelares. Aunque ello, no puede considerarse como una
regla fija ni ecuación invariable, ya que los
determinantes de los resultados de los equipos participantes en
una competencia puede ser función de diversos factores,
constituye no obstante, una condición que no debe dejar de
controlarse, ya que sin dudas, estos jugadores resultan
habitualmente esenciales en cualquier conjunto, por todo lo que
podrían aportar al resultado competitivo del mismo. (Los
Directores Técnicos siempre toman en consideración
esta circunstancia).
Esta variable se consideró con respecto a dos
áreas claves de los resultados competitivos del
béisbol, estas fueron el bateo y el picheo.
a) En cuanto al Bateo (Ave.). (Lo representamos como
Jb).
Para considerar la proporción de jugadores de
alto desempeño en base al bateo, en la nómina
inicial de cada equipo, partimos del "average" o promedio
individual, obtenido por los bateadores del equipo en su
actuación durante la serie anterior a la estudiada. Como
ahora estamos estudiando la Serie 53, en su Etapa Clasificatoria,
entonces este indicador se refiere al desempeño en base al
bateo de los jugadores en toda la Serie 52 (Clasificatoria + 2da
Ronda 1ra División), conforme la información que
aparece en la Guía Oficial de la 52 Serie Nacional de
Beisbol en el 2013. (Ver pag. 62). (CINID-INDER, 2013)
(Véase Anexo 2). Ahí aparecen los Primeros
Bateadores (con 230 o más comparecencias al bate). De
manera que el valor de Jb se refiere a la proporción de
jugadores que posee cada equipo en dicha relación. La
proporción se calcula sobre la base de los 25 jugadores
que viajan a todas partes con el equipo, según criterio
del manager (DT) del equipo.
Esta variable se controla, en vista de que mientras
mayor la proporción de bateadores de un equipo, que en la
competencia anterior estuvieron ubicados en la lista de los
primeros bateadores, es más probable que el
desempeño competitivo del equipo se vea favorecido por tal
condición.
b) En cuanto al pitcheo:
b-1) Proporción de Jugadores de alto
desempeño, en base al pitcheo, considerando el promedio de
carreras limpias permitidas. Lo representamos como
JPcl
Para considerar la proporción de jugadores de
alto desempeño en base al pitcheo, en la nómina
inicial de cada equipo, partimos del promedio individual,
obtenido por los lanzadores del equipo en cuanto a las carreras
limpias permitidas, por cada juego de 9 entradas, en su
actuación durante la serie anterior a la estudiada. Como
ahora estamos estudiando la Serie 53, en su Etapa Clasificatoria,
entonces este indicador se refiere al desempeño en base al
pitcheo de los lanzadores en toda la Serie 52 (Clasificatoria +
2da Ronda 1ra División), conforme la información
que aparece en la Guía Oficial de la 52 Serie Nacional de
Beisbol en el 2013. (Ver pag. 63), (CINID-INDER,2013)
(Véase Anexo 3). Ahí aparecen los Primeros
Lanzadores (con 85 o más entradas lanzadas). De manera que
el valor de JPcl se refiere a la proporción de lanzadores
que posee cada equipo en dicha relación. La
proporción se calcula sobre la base de los 25 jugadores
que viajan a todas partes con el equipo, según criterio
del manager (DT) del equipo.
Esta variable se controla, en vista de que mientras
mayor la proporción de lanzadores de un equipo, que en la
competencia anterior estuvieron ubicados en la lista de los
primeros lanzadores, en base al promedio de carreras limpias
permitidas, es más probable que el desempeño
competitivo del equipo se vea favorecido por tal
condición.
b-2) Proporción de Jugadores de alto
desempeño, en base al pitcheo, considerando el promedio de
juegos ganados y perdidos de cada lanzador. Lo representamos como
JPgp
Para considerar la proporción de jugadores de
alto desempeño en base al pitcheo, en la nómina
inicial de cada equipo, partimos del promedio individual,
obtenido por los lanzadores del equipo en cuanto a juegos ganados
y perdidos, en su actuación durante la serie anterior a la
estudiada. Como ahora estamos estudiando la Serie 53, en su Etapa
Clasificatoria, entonces este indicador se refiere al
desempeño en base al pitcheo de los lanzadores en toda la
Serie 52 (Clasificatoria + 2da Ronda 1ra División),
conforme a la información que aparece en la Guía
Oficial de la 52 Serie Nacional de Beisbol en el 2013. (Ver pag.
64). (CINID-INDER, 2013) (Véase Anexo 4). Ahí
aparecen los Primeros Lanzadores (con 85 o más entradas
lanzadas). De manera que el valor de JPgp se refiere a la
proporción de lanzadores que posee cada equipo en dicha
relación. La proporción se calcula sobre la base de
los 25 jugadores que viajan a todas partes con el equipo,
según criterio del manager (DT) del equipo.
Esta variable se controla, en vista de que mientras
mayor la proporción de lanzadores de un equipo, que en la
competencia anterior estuvieron ubicados en la lista de los
primeros lanzadores, en base al promedio de juegos ganados y
perdidos, es más probable que el desempeño
competitivo del equipo se vea favorecido por tal
condición.
3.5.2.2.1.6) Promedio colectivo de Bateo, Pitcheo y
Fildeo en la serie actual
Sin dudas, para comprender el desempeño de los
equipos participantes en el campeonato, en términos de la
proporción de juegos ganados por estos, era indispensable
considerar los resultados colectivos que alcanzaron (en la Serie
53) en los tres renglones básicos de un juego de
béisbol: El Pitcheo (promedio de carreras limpias del
staff de lanzadores), el Bateo y el Fildeo. Es de esperar que
estos tres renglones impacten de manera decisiva (aunque no
exclusiva). De ahí la importancia de la
consideración de estas variables. (Véanse las
Estadísticas oficiales en Béisbol: 53 Serie
Nacional Cubana, 2014). (Véanse los anexos 5, 6 y 7, que
expresan las estadísticas colectivas de bateo, pitcheo y
fildeo respectivamente).
3.5.3) Instrumentos o técnicas de
investigación. Fundamentación.
3.5.3.1) Cuestionario para la medición de la
condición de líder de los miembros de un
grupo.
Este cuestionario fue elaborado por Casales (1991). Se
trata de una técnica empleada para la medida de la
Condición de Líder de cualquier miembro de un grupo
psicosocial estable. Dicho instrumento evalúa las 4
dimensiones vinculadas con el concepto de liderazgo del cual
partimos en nuestra investigación. Resulta ser una
combinación de procedimientos sociométricos y
escalas valorativas.
Fundamentación de esta técnica:
Esta técnica fue construida y validada por
Casales (1991) mediante la realización de un
análisis factorial que permitió identificar la
estructura de factores del cuestionario, así como las
variables (ítems) que dependían de ellos. El
análisis factorial se desarrolló a partir de una
muestra de 520 sujetos pertenecientes a 35 grupos, a quienes se
les aplicó un cuestionario inicial de 120 items que
describían las condiciones que debía poseer
cualquier miembro de un grupo para ser considerado como
líder natural del mismo. A continuación de cada
item existía una escala con 5 alternativas de respuesta,
indicativas del grado en que tal condición debía
estar presente en la persona: Mucho, Bastante, En Alguna Medida,
Poco y Nada para algunos ítems, y Siempre, A menudo, A
veces, Rara vez y Nunca, para otros, en dependencia de la
redacción del item. Se trataba de grupos pertenecientes a
la esfera productiva, educacional, artística, de
prestación de diversos tipos de servicios, deportivos y
organizaciones sociopolíticas. Esta diversidad en los
tipos de grupos, ayudó a concebir las proposiciones en una
forma tan general que posibilitaba su utilización en una
amplia variedad de situaciones. El análisis puso de
manifiesto la estructura de los factores reales del cuestionario
y las proposiciones (ítems) correspondientes a cada factor
con sus cargas específicas. Como destaca Casales (1991),
este tipo de validez ha sido denominada por Lienert (1990)
validez de constructo, y por Cronbach (1968) y Anastasi (1970),
validez de elaboración.
El análisis reveló la existencia de 6
factores, de los cuales solo se tomaron los 4 que
permitían explicar en mayor medida la correlación
entre las variables (ítems) de la prueba. Los 2 restantes
fueron desestimados en vista de que estaban constituidos por
proposiciones cuyos pesos o cargas factoriales eran bajos. Por
tanto, el análisis factorial determinó la
existencia de 4 dimensiones o factores que permiten evaluar la
Condición de Líder de cualquier miembro de un
grupo. Debe destacarse que de acuerdo con los datos del
análisis se trata de factores distintos pero estrechamente
correlacionados en forma directa en todos los casos; de manera
que no resultaron estadísticamente independientes al menos
en la población de sujetos estudiados. Para cada uno de
los factores considerados se seleccionó (por razones
económicas, relativas a la extensión del
instrumento y en consecuencia a la duración de las
aplicaciones) solo el mejor item, vale decir, aquel de mayor
carga en la estructura de factores, y que a su vez su peso
factorial resultaba bajo en los restantes factores.
El primer factor se definió como Grado de
Respaldo o Aceptación Espontánea.
Por tal motivo, el item seleccionado correspondiente a
este factor está relacionado con el problema de las
preferencias de cada miembro del grupo para desarrollar en
interacción con otro (u otros) integrantes de su propio
grupo, determinadas actividades que conduzcan a una meta
compartida de naturaleza funcional, es decir, que responda a la
razón primaria (básica) por la que se
constituyó el grupo.
El segundo factor se definió como Capacidad de
Aportar.
En consecuencia, el item seleccionado en relación
con este factor está relacionado con las percepciones
grupales acerca de la capacidad de sus diversos integrantes de
realizar contribuciones significativas a la solución de
los problemas que constituyen la razón primaria
(básica) por la que el grupo se ha constituido.
El tercer factor se definió como Capacidad de
Influir Espontáneamente
El item seleccionado para este factor está
relacionado con las percepciones grupales acerca de la capacidad
de sus diversos integrantes para influir espontáneamente y
de forma significativa en los restantes miembros con vistas a la
consecución de las metas del grupo.
El cuarto factor se definió como Capacidad de
Motivar
El item seleccionado está relacionado con las
percepciones grupales acerca de la capacidad de sus diversos
integrantes de darles a otros el impulso (predisposición
interior), suministrarle el incentivo para la realización
de acciones orientadas a la consecución de las metas
grupales.
Administraciones subsiguientes de esta versión
del cuestionario produjeron confiabilidades adecuadas para todas
las dimensiones de 0.90, 0.79, 0.86 y 0.88 respectivamente,
utilizando la prueba de las dos mitades.
Para la conformación del instrumento, el primer
factor fue considerado desde una perspectiva sociométrica,
mientras que los tres restantes fueron enfocados en
términos de escalas valorativas. En el caso de la presente
investigación el cuestionario quedó conformado con
un total de cuatro preguntas relacionadas con la dimensión
funcional del grupo, las que a continuación
presentamos:
1) Señale aquellos miembros de su equipo, con
quienes le gustaría conformar una selección, con
vistas a participar en una competencia importante, como la
discusión de un campeonato. Puede escoger todos los que
desee, pero en orden, comenzando por los que más desee.
Responda sinceramente, nadie verá sus
elecciones.
2) Señale aquel miembro de su equipo, quien a su
juicio aporta y contribuye más al triunfo durante las
competencias. En caso de señalar más de uno,
señálelos por orden. Responda sinceramente, nadie
verá sus elecciones.
3) Señale aquel miembro de su equipo a quien
usted sigue más de manera espontánea y tiene mayor
influencia sobre usted en las situaciones de competencia para una
realización exitosa. En caso de señalar más
de uno, señálelos por orden. Responda sinceramente,
nadie verá sus elecciones.
4) Señale aquel miembro de su equipo que logra
motivarte mejor, directa o indirectamente para la
realización de acciones competitivas exitosas. En caso de
señalar más de uno, señálelos por
orden. Responda sinceramente, nadie verá sus
elecciones.
Forma de calificación
Estas preguntas permiten obtener la información
necesaria para elaborar las planillas y matrices, atendiendo a
las 4 dimensiones fundamentales (respaldo y aceptación
significativa por parte del grupo en el plano funcional,
percepción del grado en que cada miembro realiza aportes
de significación, grado en que cada miembro ejerce una
influencia significativa sobre los restantes integrantes del
grupo y por último, percepción del grado en que
cada miembro es capaz de motivar y guiar a los otros miembros de
manera significativa hacia la obtención de metas
compartidas). Una vez confeccionadas las planillas y matrices que
permitieron resumir la información anterior, determinamos
mediante el Método de la Probabilidad Teórica del
Azar (véase Casales, 2012a), el grado de
significación estadística de los valores obtenidos,
con el objetivo de conocer qué proporción de
elecciones debía recibir cualquier miembro en cada uno de
los grupos estudiados para poder afirmar que obtiene un
número significativamente mayor (o menor), al que
habría recibido tan solo por la ley del azar. De esta
forma, con los valores resultantes del procedimiento
estadístico empleado, determinamos si el capitán
del equipo (u otro de sus miembros) llena las exigencias de la
condición de líder. Es decir, si de forma
significativa cuenta con respaldo y aceptación dentro del
grupo en el plano funcional, si realiza aportes de
consideración (para la realización de la tarea
grupal), si influye de manera espontánea y si logra
motivar suficientemente a sus subalternos para el logro de la
meta. Debe tenerse presente que cualquier miembro del grupo para
ser considerado un líder, debe alcanzar valores
significativos en cada una de las 4 dimensiones
consideradas.
3.5.3.2) Técnica para la medida de la
integración sociométrica grupal en el plano
funcional y emocional.
Con vistas a la determinación de la
integración sociométrica funcional de los grupos en
estudio (y de cada uno de sus miembros) se formuló una
pregunta diseñada y enfocada de conformidad con las
exigencias especificadas en la técnica de
Moreno:
1) Señale aquellos miembros de su equipo, con
quienes le gustaría conformar una selección, con
vistas a participar en una competencia importante, como la
discusión de un campeonato. Puede escoger todos los que
desee, pero en orden, comenzando por los que más desee.
Responda sinceramente, nadie verá sus
elecciones.
Como se recordará, el item vinculado con la
esfera funcional había sido asignado al primer factor del
análisis factorial realizado con vistas a la
conformación de la técnica para la medida de la
Condición de Líder de grupo (Casales, 1991). Dicho
factor se definió como Grado de Respaldo o
Aceptación Espontánea. Por tal motivo, el item
seleccionado correspondiente a este factor está
relacionado con el problema de las preferencias de cada miembro
del grupo para desarrollar en interacción con otro (u
otros) integrantes de su propio grupo, determinadas actividades
que conduzcan a una meta compartida de naturaleza
funcional.
Para la determinación de la integración
sociométrica en el plano emocional, la pregunta fue
enfocada en el modo siguiente:
2) Señale aquellos miembros de su equipo, con
quienes le gustaría participar en actividades recreativas
o pasar ratos de distracción o esparcimiento. Puede
escoger todos los que desee, pero en orden, comenzando por los
que más desee. Responda sinceramente, nadie verá
sus elecciones.
Debemos insistir en que esta pregunta se refiere solo al
grado de integración afectiva, es decir, que no fue
considerada como un criterio de liderazgo (a diferencia de la
anterior), debido a su baja correlación con tal criterio
en el estudio de referencia. Se manifestó como un factor
relativamente independiente de la condición de
líder. Sin embargo, dentro y fuera de nuestro contexto de
estudio ha sido demostrada la validez de la metódica
sociométrica para evaluar el grado de aceptación
reciproca interpersonal en la esfera emocional y en la
conformación de psicogrupos.
A partir de las respuestas obtenidas de cada jugador a
cada una de estas dos preguntas, se realiza un análisis
orientado a determinar en cada caso el nivel de
integración sociométrica de la membresía
grupal, de conformidad con lo ya explicado en el acápite
anterior. Para determinar la integración
sociométrica grupal en cualquier plano, se toman
habitualmente en consideración una serie de índices
y fenómenos grupales. (Véase Casales, 2012a). Sin
embargo, debemos aclarar que, como es conocido, dentro de los
índices grupales más significativos para determinar
la integración sociométrica del Grupo se encuentran
según Moreno y otros sociómetras, las elecciones
recíprocas y el cociente de elecciones. Sin embargo en la
presente investigación resultó más adecuado
considerar la proporción en cada equipo de jugadores que
tuviesen una integración adecuada, lo cual constituye un
criterio más efectivo para el diagnóstico del nivel
de integración grupal, en vista de que permite una mejor
discriminación entre los niveles alcanzados por los
diferentes grupos involucrados en el estudio. En nuestra
investigación consideramos que los jugadores con una
integración adecuada son aquellos que tienen un status
sociométrico (Sp) funcional o emocional alto o medio, de
manera que calculamos la proporción de jugadores por
equipo que cumplían esta condición. Las razones por
las que esta consideración constituye un mejor criterio
para la medición del nivel de integración
sociométrica grupal se debe (de acuerdo con Casales,
2012a) a que tanto el índice de reciprocidad del grupo
como el cociente de elecciones, aún cuando alcancen altos
valores en cada caso, no necesariamente indican que el grupo
tiene un alto nivel de cohesión, pues utilizan como
criterio, la relación entre los canales de
comunicación potenciales y reales; pero no toma en cuenta
que aunque exista un alto índice, ello puede estar
enmascarando el hecho de que una alta proporción de
canales reales establecida por la membresía esté
controlada por los polarizadores de más fuerza, y no
distribuida proporcionalmente, produciendo en consecuencia un
fraccionamiento interior y una distribución irregular que
crea aislamientos y falta de integración. Por otro lado,
resulta de vital importancia, (en vista de los análisis
ulteriores que realizaremos), que en la metódica
sociométrica, lo que realmente se capta (Casales, 2012a),
son las predisposiciones de la membresía para la
conformación de los sociogrupos (plano funcional), o
psicogrupos (plano emocional), vale decir, las preferencias en
relación con determinados "teles" (de acuerdo con la
terminología de Moreno), y no la integración real
que tiene lugar a nivel del equipo en la situación de
competencia. Por tanto, se trata sobre todo de un fenómeno
con base en las actitudes humanas, más bien que la
sincronización real, que tendría lugar en este
caso, en las situaciones del juego cotidiano. Esta
observación reviste una importancia extraordinaria pues
permite entender con suficiente claridad cuál es el
supuesto básico de la hipótesis planteada en este
trabajo con respecto a este aspecto específico. Sobre este
análisis volveremos más adelante, en la
sección correspondiente al análisis de los
resultados del presente trabajo.
3.5.3.3) Escala tipo Diferencial Semántico para
la medida de las actitudes.
Esta escala se utilizó para la medida de las
actitudes grupales hacia el estilo de dirección del
Director Técnico, en relación con las dimensiones
de Autoritarismo, Democratismo, Centrado en las Tareas, Centrado
en las Relaciones y Nivel de Intolerancia. Como ya ha sido
explicado, ese fue el objeto de las actitudes grupales que se
midieron. La utilización de este instrumento (Casales,
2012b) descansa en las siguientes presunciones. Ante todo debe
recordarse que de acuerdo con el objetivo fundamental de esta
investigación lo que se pretende medir no son las
percepciones de los grupos a través de caracterizaciones
del estilo, sino las predisposiciones (favorables o
desfavorables) en relación con el estilo del Director
Técnico, en términos de medidas actitudinales.
Quiere esto decir, que ello nos permitiría evaluar los
efectos del clima (favorable o desfavorable) que en el grupo se
produce como consecuencia de la expresión de dichos
patrones por parte del Director Técnico. Esto afecta en
mayor medida (según nuestro criterio), los resultados de
la tarea que el grupo resuelve, que las descripciones del estilo
en si mismas, que no expresan o reflejan necesariamente una toma
de posición en términos de
aceptación-rechazo de los respondientes. Digamos que, un
sujeto puede caracterizar o describir (percibir) el estilo de su
Director Técnico como muy Centrado en las Tareas, pero
puede tener una actitud muy desfavorable (o tal vez favorable)
con respecto a eso. No lo sabremos hasta tanto no midamos sus
actitudes; y es esa medida de su actitud (predisposición)
en relación con dicho atributo, lo que estará
afectando su desempeño en mayor medida (esa es nuestra
hipótesis). Por ello, resulta insuficiente quedarnos al
nivel de las descripciones o caracterizaciones sin tener una
medida de la toma de posición (actitudes) de las personas
con respecto a esto.
Como es conocido las escalas tipo diferencial
semántico de Osgood (citado por Casales, 2012a)
están constituidas por una serie de adjetivos bipolares
evaluativos con respecto al objeto, por ello (de conformidad con
las investigaciones de Osgood) se encuentran primariamente
relacionadas con lo que los psicólogos han definido como
actitudes. En vista de que Osgood validó sus escalas en
relación con los factores evaluativos, de potencia y de
actividad para una cultura anglosajona, y tomando en
consideración que en nuestro país no se han
realizado trabajos orientados a la validación general de
las mismas, tomamos como referente la validación realizada
por Rodríguez-Hernández (2009) mediante criterio de
jueces, en una investigación desarrollada bajo la
dirección del primer autor del presente trabajo. Dicho
diferencial consta de 5 escalas de pares de adjetivos bipolares,
separados cada par por 7 grados intermedios. Cada una de estas
escalas se refieren a las 5 dimensiones del estilo consideradas
(Autoritarismo, Democratismo, Centrado en las Tareas, Centrado en
las Relaciones y Nivel de Intolerancia). Las escalas
constitutivas son: (Deseado-Indeseado; Adecuado-Inadecuado;
Bueno-Malo; Razonable-Irrazonable; Positivo-Negativo). La
calificación de cada dimensión (por separado) se
desarrolló de conformidad con las recomendaciones de
Osgood. La aplicación del instrumento se realizó en
forma auto administrada para brindar mayor seguridad acerca del
carácter anónimo de las respuestas.
3.5.3.4) Cuestionario de datos generales y de control de
variables
Este cuestionario contiene una serie de preguntas
relacionadas con los tres grupos de variables controladas: Las
variables sociodemográficas, las variables
técnico-tácticas de rendimiento individual en la
competencia previa, y las variables
técnico-tácticas de rendimiento colectivo de la
competencia actual. La información correspondiente a estos
dos últimos grupos de variables se obtuvieron de las
estadísticas oficiales de la serie.
3.5.4) Modelo estadístico para la
prueba de hipótesis.
El modelo estadístico empleado para la prueba de
nuestra hipótesis ha sido el Coeficiente de
Correlación Lineal de Pearson. Nuestra
investigación tuvo una naturaleza correlacional, en vista
de que intentamos demostrar que mientras más favorables
resulten las actitudes de la membresía de los grupos
estudiados en relación con las dimensiones del estilo de
sus Directores Técnicos, mayor proporción de
miembros satisfagan las exigencias de la condición de
líder de grupo (o al menos alguna de sus dimensiones) y
mejores niveles alcance la integración sociométrica
grupal tanto en el plano funcional como emocional, mejores
serán los resultados competitivos alcanzados por los
equipos participantes en la competencia. Ver Garrett (1974). Para
los efectos de nuestro estudio intentaremos validar nuestra
hipótesis al menos a un nivel de significación del
0.05, para una prueba de una cola.
3.5.5) Procedimiento para el desarrollo de
la investigación.
Los instrumentos se aplicaron en forma colectiva, se
utilizaron para ello los horarios de descanso en los hoteles en
los que se encontraban hospedados. Los cuestionarios se aplicaron
de forma anónima, de tal forma que no se sintieran
comprometidos al emitir las respuestas. De todos modos, se
insistió en la importancia que para la validez del estudio
tenía la sinceridad en las respuestas emitidas. A
continuación presentamos el epígrafe
correspondiente al análisis de los resultados encontrados
en las situaciones estudiadas.
Análisis de
los resultados
El análisis de los resultados de nuestra
investigación estará enfocado en primer
término a la determinación del grado de
cumplimiento de nuestra hipótesis. En segundo
término realizaremos un análisis de otros factores
no vinculados con la prueba de hipótesis, pero de mucha
importancia por encontrarse significativamente correlacionados
con los resultados competitivos. El primer aspecto a considerar
se refiere a los resultados competitivos de los equipos
estudiados. La Tabla 1 los resume:
Tabla 1: Proporción de juegos ganados por los
equipos de béisbol durante la Etapa Clasificatoria de la
Serie Nacional No. 53. (2013-2014).
Equipos | JJ | JG | JP | % GANADOS | |||
01- Industriales | 45 | 28 | 17 | 62,2 | |||
02- Matanzas | 45 | 28 | 17 | 62,2 | |||
03- Villa Clara | 45 | 27 | 18 | 60,0 | |||
04- La Isla | 45 | 27 | 18 | 60,0 | |||
05-Pinar del Rio (*) | 45 | 26 | 19 | 57,7 | |||
06- Holguín | 45 | 25 | 20 | 55,5 | |||
07- Santiago | 45 | 24 | 21 | 53,3 | |||
08- Artemisa | 45 | 24 | 21 | 53,3 | |||
09- Ciego | 45 | 24 | 21 | 53,3 | |||
10- Las Tunas | 45 | 22 | 23 | 48,8 | |||
11- Mayabeque (*) | 45 | 21 | 24 | 46,6 | |||
12- Granma (*) | 45 | 20 | 25 | 44,4 | |||
13- Cienfuegos (*) | 45 | 18 | 27 | 40,0 | |||
14- Camaguey | 45 | 17 | 28 | 37,7 | |||
15- Guantánamo | 45 | 15 | 30 | 33,3 | |||
16- Sancti Spiritus | 45 | 14 | 31 | 31,1 |
LEYENDA: — JJ: Juegos Jugados. — JG: Juegos Ganados.
— JP: Juegos Perdidos.
(*) Equipos no incluidos en la muestra
4.1) Análisis del grado de validación de
nuestra hipótesis:
Este análisis se basó en una matriz de
correlaciones tipo Pearson, en que se cruzaron las 28 variables
estudiadas en todos los grupos y sujetos de la muestra total. Las
correlaciones estadísticamente significativas a un Nivel
de significación = 0.05, están marcadas con un
asterisco (*) a lo largo de todas las tablas que presentaremos, y
las que resultaron significativas con un Nivel de
significación = 0.01, están marcadas con un doble
asterisco (**), para una Prueba de 1 cola, en una muestra de N =
12 Grupos (302 sujetos).
4.1.1) Primer Caso: Correlación existente entre
los Resultados Competitivos de los equipos (JG) y la
proporción de miembros que constituyen líderes
naturales de sus grupos, o que satisfacen al menos alguna de las
dimensiones de la condición de líder, en las
situaciones de juego (Lid D). Ver resultados en: Tabla
(2):
TABLA (2):
(**) Correlación
estadísticamente significativa al nivel de 0.01
Como se expresa en la Tabla 2, existe una
correlación directa y significativa entre dichas
variables, lo cual indica que mientras mayor resulte la
proporción de miembros del equipo que satisfaga al menos
alguna de las exigencias de la condición de líder
de grupo, mejores resultarán los resultados competitivos
alcanzados por los equipos (la proporción de juegos
ganados).
Como ya hemos planteado, la Condición de
Líder Natural implica Recibir un Respaldo o
Aceptación significativa de manera espontánea por
parte del grupo, Realizar Aportes de significación a la
tarea que el grupo realiza e Influir y Motivar a los restantes
miembros para la consecución de la meta. Quiere esto
decir, que la presencia de líderes naturales o miembros
que satisfagan alguna de las exigencias de esta condición,
que en consecuencia posean la capacidad de arrastrar al grupo
espontáneamente y activar las reservas motivacionales, los
recursos y el potencial de la membresía, ello
tendrá un impacto favorable en el incremento de los
resultados competitivos del equipo. Este hallazgo es muy
importante ya que pone de manifiesto que el rendimiento
competitivo de los equipos que colectivamente se mueven en la
dirección de un resultado, no depende solamente de las
habilidades individuales de los atletas, y del plan
técnico-táctico de juego. Se requiere de miembros
que activen y motiven a los demás, y con suficiente
capacidad para nuclear al grupo como equipo. Al menos, esto
resultó ser de esta manera en las condiciones
investigadas.
4.1.2) Segundo Caso: Correlación existente entre
el Nivel de Integración Sociométrica Funcional
(NiF) y los Resultados Competitivos (JG). Ver Tabla 3:
TABLA (3):
Como se expresa en la Tabla 3, existe una
correlación estadísticamente significativa y
directa entre dichas variables, lo cual indica que a medida que
aumenta la integración sociométrica en el plano
funcional, esto es, mientras mayor el nivel de preferencias entre
los miembros del grupo para integrarse con otros de su propio
equipo, con vistas a la participación en competencias
importantes, mejores resultan los resultados competitivos de los
equipos. De manera que este análisis se refiere al impacto
de la Estructura de Preferencias del Grupo en la ejecución
o realización de la tarea especificada. Como es conocido,
al Grupo conformado de esta manera se le denomina (desde los
tiempos de Kurt Lewin), un Sociogrupo (en oposición al
Psicogrupo, que es el estructurado y orientado en función
de los sentimientos entre sus miembros). Como se
recordará, en la literatura sociométrica se
sustenta que en la conformación del Sociogrupo las
elecciones preferenciales se efectúan (fundamentalmente)
sobre la base del valor funcional de los miembros para la
solución de los problemas que la tarea grupal plantea.
Esta correlación confirma la hipótesis planteada.
Debe tenerse presente que en el caso de los equipos de
béisbol de nuestra muestra, se trataba de clubes en los
que la generalidad de los jugadores regulares llevan varios
años integrando el mismo equipo, trabajando juntos para la
consecución de una meta, lo cual parece haber tenido un
efecto favorable en la expresión de las preferencias.
Además, los equipos que poseen un accionar conjunto
durante algunos años, pueden tener muy desarrollada la
capacidad para la comprensión mutua adecuada en las
situaciones críticas del juego, y en consecuencia tener
efectos indudables en el desarrollo del "team work" necesario, y
que resulta muy importante en los deportes colectivos. De manera
que trabajar (convivir, entrenar y competir) juntos durante mucho
tiempo, mejora las coordinaciones, el acople mutuo y facilita el
entendimiento mutuo de los jugadores en las situaciones de juego
(especialmente en situaciones críticas). Por tanto, la
preferencia por la integración funcional favorece el
desempeño, pues puede estar basada en un factor de "team
work", desarrollado a través de la convivencia, y que
impacta positivamente el desempeño competitivo. Claro que
no basta trabajar juntos para el logro de una mayor afinidad,
preferencias y adecuada comunicación que se exprese en un
"team work", pues en ocasiones, el simple hecho de reunir a
determinadas personas para que trabajen juntas en la
dirección de una meta, puede desencadenar más bien
conflictos y desarmonías. Pero en el caso de la
investigación realizada, los resultados evidencian que tal
factor de preferencias fue resultado de un "team work", creado
(que se fue construyendo) y que tuvo un impacto favorable en el
desempeño de los equipos.
4.1.3) Tercer Caso: Correlación existente entre
el Nivel de Integración Sociométrica Emocional
(NiE) y los Resultados Competitivos (JG). Ver Tabla 4:
TABLA (4):
Como se expresa en la Tabla 4, la correlación
entre estas variables resultó significativa pero en
sentido inverso, contrariamente con lo hipotetizado, lo cual
significa que mientras más estrechos los lazos emocionales
entre los jugadores, peores resultan los resultados competitivos.
Es decir, si las ligas afectivas son muy fuertes, ello interfiere
con el desempeño. En efecto, de acuerdo con nuestra
interpretación de este hallazgo, los equipos que persiguen
metas elevadas en una competencia han de trabajar duro, no solo
en las competiciones, sino además durante toda la etapa
preparatoria previa (sesiones de entrenamiento), con vistas al
logro de elevados estándares en la competencia. Fuertes
ligas (vínculos) emocionales entre los jugadores pueden
comprometer las exigencias recíprocas relacionadas con los
esfuerzos a realizar y la dedicación necesaria. De manera
que resulta comprensible que los grupos que subordinen los lazos
afectivos al objetivo esencial de su razón de ser como
equipo, alcanzarán los mejores resultados, mientras que en
aquellos en los que las relaciones funcionales se vean
comprometidas por los vínculos emocionales entre los
miembros, se alcanzarán peores resultados, pues puede
adolecerse de las exigencias de unos a otros que se necesitan,
para la obtención de un adecuado nivel de desempeño
colectivo competitivo. Parece recomendable entonces establecer
determinado grado de distancia afectiva, y no involucrarse
excesivamente en relaciones emocionales, si se desean altos
estándares competitivos.
4.1.4) Cuarto Caso: Correlación existente entre
las Actitudes Grupales hacia las Dimensiones del Estilo del
Director Técnico y los Resultados Competitivos de los
Equipos (JG). Ver Tabla 5:
TABLA (5):
Como se expresa en la Tabla 5, las actitudes grupales
hacia la variable estilo de dirección del Director
Técnico, se encuentran significativamente correlacionadas
de forma directa en todas sus dimensiones, con los resultados
competitivos alcanzados. Por tanto, mientras más
favorables resulten las predisposiciones actitudinales existentes
entre los miembros de los equipos hacia tales dimensiones, ello
producirá efectos más favorables en el resultado
alcanzado por el equipo. Nótese que de manera particular,
las correlaciones más fuertes están vinculadas con
las dimensiones de Autoritarismo y Democratismo, las cuales se
refieren, como ya se dijo, al problema de la
participación. En consecuencia, tales dimensiones se
convierten en el aspecto más crítico en lo relativo
al vínculo de las actitudes hacia los estilos de mando,
con el desempeño de los equipos. De manera que en
relación con los estilos de mando, lo que en mayor medida
interfiere con el desempeño del equipo es la no
creación de espacios de participación.
Como ya hemos planteado, estas actitudes constituyen una
expresión del clima o atmósfera grupal que se
produce, y como ha sido demostrado en múltiples
investigaciones, los patrones de comportamiento
característicos de los directivos en relación con
sus estilos de dirección y liderazgo afectan los
resultados del trabajo grupal, en tanto (según nuestra
aproximación), condicionen cierto tipo de actitudes en los
miembros. Sobre esta base podría considerarse que los
directivos más efectivos, en términos del impacto
que sus estilos producirán en los resultados competitivos
de los equipos que dirigen, son aquellos que las peculiaridades
de sus patrones comportamentales están en correspondencia
con las exigencias que las situaciones plantean, y además
con las necesidades, expectativas y predisposiciones
actitudinales de la membresía con respecto a sus estilos.
Este análisis posee algún punto de contacto con
algunos de los presupuestos del Modelo de Chelladurai (1990)
presentado más arriba en el acápite correspondiente
a la revisión de la literatura científica sobre el
tema, en que dicho autor se ha referido a la importancia de
considerar las preferencias de los deportistas con respecto a la
conducta de su director técnico, como uno de los factores
asociados a la efectividad de la dirección en el
ámbito deportivo. En tal sentido ha señalado que
cualquier entrenador, si quiere ser efectivo, debe intentar
adecuar su conducta real de dirección a las preferencias
de los deportistas y a las exigencias de la situación.
Aunque desde nuestra consideración queda en pie la
discusión acerca del grado en que los directivos puedan
adaptar constantemente las peculiaridades de su estilo a las
circunstancias derivadas de las exigencias situacionales y las
actitudes de la membresía que dirigen.
4.2) Resultados de significación no relacionados
con la hipótesis, pero de mucha importancia por su impacto
en la variable de rendimiento (Resultados Competitivos de los
equipos).
4.2.1) Variables Socio Demográficas
4.2.1.1) Correlaciones entre los Resultados Competitivos
de los equipos (JG) y la Experiencia Promedio Individual de los
atletas en la práctica de ese deporte (Exp).
JG—Exp: + 0.63 **
La variable Experiencia fue medida como el promedio de
campeonatos anteriores en los que habían participado los
miembros del equipo (sus series nacionales). Este resultado pone
de manifiesto que cuanto mayor sea la Experiencia individual
promedio de los miembros del equipo, ello contribuirá a la
obtención de mejores resultados competitivos, ya que la
experiencia se encuentra asociada con un mayor desarrollo de las
habilidades necesarias para el éxito en el juego, y un
mayor desarrollo de la capacidad para comprender las
dinámicas competitivas, y las vías de
reducción del stress, por citar solo algunos
aspectos.
4.2.2) Variables Técnico-Tácticas de
Rendimiento Individual
4.2.2.1) Correlaciones entre la proporción de
juegos ganados (JG) y la proporción de jugadores del
equipo de alto desempeño en el área del bateo en la
competencia previa (Jb). En este caso, las correlaciones pusieron
de manifiesto lo siguiente:
JG—Jb: + 0.34 **
Quiere esto decir que mientras mejor la
composición (nómina) inicial del equipo, en cuanto
a su integración por jugadores estelares en bateo, en la
competencia previa, mayor resultará la proporción
de juegos ganados por el equipo. Como es conocido, los Directores
Técnicos desean que las nóminas iniciales de sus
equipos estén integradas por jugadores que alcanzaron un
gran desempeño en bateo en la competencia previa, por el
aporte que pueden realizar al equipo, de mantenerse tales
resultados.
4.2.2.2) Correlaciones entre la proporción de
juegos ganados (JG) y la proporción de jugadores del
equipo de alto desempeño en el área del pitcheo, en
lo que al promedio de carreras limpias se refiere, en la
competencia previa (JPcl). En este caso, las correlaciones
pusieron de manifiesto lo siguiente:
JG—JPcl: – 0.18 **
Quiere esto decir que mientras mejor la
composición (nómina) inicial del equipo, en cuanto
a jugadores estelares en pitcheo, en el Promedio de Carreras
Limpias permitidas, en la competencia previa, mayor
resultará la proporción de juegos ganados por el
equipo. Evidentemente, los Directores Técnicos desean que
las nóminas iniciales de sus equipos estén
integradas por jugadores que alcanzaron un gran desempeño
en pitcheo en la competencia previa, por el aporte que pueden
realizar al equipo, de mantenerse tales resultados.
4.2.2.3) Correlaciones entre la proporción de
juegos ganados (JG) y la proporción de jugadores del
equipo de alto desempeño en el área del pitcheo, en
lo que al promedio de juegos ganados y perdidos se refiere
(JPgp). En este caso, las correlaciones pusieron de manifiesto lo
siguiente:
JG—JPgp: + 0.30 **
Quiere esto decir que mientras mejor la
composición (nómina) inicial del equipo, en cuanto
a jugadores estelares en pitcheo, en el Promedio de juegos
ganados y perdidos, en la competencia previa, mayor
resultará la proporción de juegos ganados por el
equipo. Evidentemente, los Directores Técnicos desean que
las nóminas iniciales de sus equipos estén
integradas por jugadores que alcanzaron un gran desempeño
en este aspecto del pitcheo en la competencia previa, por el
aporte que pueden realizar al equipo, de mantenerse tales
resultados.
4.2.3) Variables Técnico-Tácticas de
Rendimiento Colectivo en la competencia actual
4.2.3.1) Correlaciones entre la proporción de
juegos ganados (JG) y el Promedio Colectivo de Pitcheo (PcP) del
equipo, en lo que a carreras limpias se refiere. En este caso,
las correlaciones pusieron de manifiesto lo siguiente:
JG—PcP: -0.71 **
Esta correlación negativa significa que mientras
más bajo el promedio colectivo de pitcheo, en cuanto a las
carreras limpias permitidas, mayor resulta la proporción
de juegos ganados por el equipo. Los que conocen de este deporte,
comprenden la relación inversa de estas variables. El PcP
se calcula sobre la base del Pcl (promedio de carreras limpias)
que permiten los lanzadores del equipo por cada juego de nueve
entradas. Los mejores lanzadores resultan aquellos con más
bajo Pcl. Por ello, mientras más bajo este promedio en el
equipo, es de esperar mejor resultado. La correlación
indica que los equipos más ganadores tienen en sus
nóminas muy buenos lanzadores, aquellos que su Pcl es
bajo.
4.2.3.2) Correlaciones entre la proporción de
juegos ganados (JG) y el Promedio Colectivo de Bateo (PcB) del
equipo. En este caso, las correlaciones pusieron de manifiesto lo
siguiente:
JG—PcB: + 0.25 **
Esta correlación positiva (directa) significa que
mientras más alto el promedio colectivo de bateo de un
equipo, mayor resulta la proporción de juegos ganados. Los
que comprenden de este deporte comprenden la relación
directa entre dichas variables. Los juegos se ganan por
diferencia de carreras, por ello la importancia de impulsar
carreras, en consecuencia, los equipos que colectivamente tienen
un alto average de bateo es más probable que ganen
más juegos.
4.2.3.3) Correlaciones ente la proporción de
juegos ganados (JG) y el Promedio Colectivo de Fildeo (PcF) del
equipo. En este caso, las correlaciones pusieron de manifiesto lo
siguiente:
JG—PcF: + 0.60 **
Esta correlación positiva (directa) significa que
mientras más alto el promedio colectivo de fildeo de un
equipo, mayor resulta la proporción de juegos ganados. Los
que comprenden de este deporte comprenden la relación
directa entre dichas variables. Los juegos se ganan
también por mantener una buena defensa, no cometer
errores, que eviten que el equipo contrario alcance muchas
anotaciones como consecuencia de esto. En consecuencia, los
equipos que colectivamente tienen un alto average de fildeo es
más probable que ganen más juegos, como
consecuencia de una defensiva hermética.
En resumen, podemos plantear que los resultados
competitivos del campeonato estudiado han estado muy
significativamente relacionados con factores psicosociales como
la existencia de jugadores que satisfagan la condición de
líderes naturales (que motiven y arrastren a la
membresía de sus equipos), el Nivel de Integración
Sociométrica Grupal, en los planos Funcional y Emocional
(este último en una relación inversa), y las
Actitudes Grupales hacia las Dimensiones del Estilo de sus
Directores Técnicos. Pero dichos resultados también
dependen de Variables Técnico-Tácticas de
Rendimiento Individual, en el sentido de la calidad (grado de
esterilidad) de los jugadores que constituyen inicialmente la
nómina de los equipos, en renglones básicos del
juego (como bateo y pitcheo), y Variables
Técnico-Tácticas de Rendimiento Colectivo (como el
promedio colectivo de bateo, de pitcheo y de fildeo).
Además se ha puesto de manifiesto la importancia de un
factor de "team work", como elemento complementario,
significativamente asociado con el éxito
competitivo.
De lo anterior se derivan las siguientes
conclusiones:
Conclusiones
5.1) Existe una variedad de factores que pueden afectar
los resultados competitivos de los equipos que colectivamente se
mueven en la dirección de una meta compartida; algunos
están basados en habilidades y competencias individuales
de los atletas y en aspectos técnico-tácticos de
ese deporte, pero otros dependen de variables de naturaleza
psicosocial. En consecuencia, esta investigación brinda
soporte a la perspectiva de entender el desempeño
competitivo, como resultante de la integración de
Variables Psicosociales, Variables Técnico-Tácticas
de Rendimiento Individual y Variables
Técnico-Tácticas de Rendimiento
Colectivo.
5.2) Los factores psicosociales que de manera
significativa afectan los resultados competitivos, resultaron
ser: el nivel de integración sociométrica grupal,
tanto en el plano funcional (en una relación directa),
cuanto en el plano emocional, pero en una relación
inversa. También resultaron de significación las
actitudes de la membresía de los equipos con respecto a
las dimensiones del estilo de liderazgo y las prácticas
directivas de su Director Técnico. Por otro lado, reviste
mucha significación la presencia de jugadores que
constituyen líderes naturales o que satisfacen algunas de
las dimensiones de tal condición, quienes constituyen
resortes que motivan, impulsan, inspiran y activan las reservas,
el potencial y recursos de los demás. Debe considerarse
también un "intangible" factor de "team work", que afecta
sin dudas, el desempeño competitivo.
5.3) En cuanto a los factores
técnico-tácticos de rendimiento individual, el
factor decisivo que afecta los resultados competitivos se
relaciona con la composición (integración) inicial
de la nómina del equipo, en lo que se refiere a la
presencia de jugadores estelares (fundamentalmente buenos
pitchers y bateadores), pero también resulta de
significación un factor de madurez, concretado en la
presencia de jugadores de experiencia en cuanto a sus series
nacionales. ("Horas de vuelo").
5.4) En cuanto a los factores
técnico-tácticos de rendimiento colectivo, los
elementos decisivos que afectan los resultados competitivos lo
constituyen el average colectivo de bateo, de pitcheo y de
fildeo. Con esto no se descubre nada nuevo, pero es importante
que las investigaciones científicas lo validen, y los
consideren de manera integrada con los restantes
factores.
5.5) Resulta oportuno señalar que en nuestro
esfuerzo por identificar los factores significativamente
asociados con el desempeño competitivo (los que más
lo afectan), en términos de la proporción de juegos
ganados, construimos una base de datos constituida por 28
variables que se cruzaron mediante una matriz de correlaciones
tipo Pearson. De estas, correlacionaron significativamente con el
desempeño, un total de 15, con un margen de error de un 1
%. De todos modos, las 4 que mayor fuerza o peso mostraron, por
la magnitud (altos valores) de la correlación, resultaron
ser: El Promedio Colectivo de Pitcheo, (en cuanto a las carreras
limpias permitidas), la Experiencia Competitiva de los atletas,
en términos de sus series nacionales, el Desempeño
de Roles de Liderazgo por parte de jugadores claves dentro del
equipo, así como, las Actitudes de la Membresía
hacia la dimensión del estilo del Director Técnico
(DT), vinculada con el proceso de tomar decisiones.
5.6) Las conclusiones presentadas se circunscriben a los
equipos estudiados dentro de esta serie, y en su etapa
clasificatoria, de manera que no tienen un valor de
generalización, aunque pueden brindar un marco de
referencia. Habrá que realizar nuevos estudios, en
condiciones bien controladas, que nos permitan fundamentar los
hallazgos sobre bases empíricas más
firmes.
NOTA:
Además de estas conclusiones generales realizamos
una caracterización de los resultados particulares de los
equipos participantes en el estudio, que fue entregada a los
colectivos de dirección técnica de cada uno de
dichos equipos. Como se comprenderá, estos datos no
aparecen aquí publicados por razones de privacidad. Esta
caracterización fue realizada de acuerdo con los 5 grupos
de variables estudiados. A saber: A) Variables
sociodemográficas, B) Variables
técnico-tácticas de rendimiento individual y
colectivo, C) Variables relacionadas con los niveles de
integración sociométrica grupal, en los planos
funcional y emocional. D) Variables relacionadas con el liderazgo
a nivel de los grupos y E) Variables relacionadas con las
actitudes de la membresía hacia los estilos de liderazgo
característicos de sus directores técnicos. El
análisis particular en cada equipo fue realizado en
términos de las Fortalezas y Debilidades relacionadas con
las variables que en los resultados generales de toda la muestra
de estudio, resultaron de significación.
Autores Dr. Julio César Casales F.; Lic. Ibis
María Lage O. y Lisandra Yumar J.
Institución: Facultad de Psicología,
Universidad de la Habana
Comunicaciones relacionadas con este trabajo, a
través de: casales@psico.uh.cu
Referencias
bibliográficas
— Alemán, M. y Mendoza, J. (2010). "Reflexiones
sobre la influencia de la Psicología Deportiva en el
desarrollo del Beisbol. En:
http://portal.inder.cu/index.php/recursos-informacionales/arts-cient-tec/1417-reflexiones-sobre-la-influencia-de-la-psicologia-deportiva-en-el-desarrollo-del-beisbol
— Álvarez, A. (2013). "Eficacia directiva y
resultados competitivos en equipos de béisbol". Tesis
presentada en opción al título de Licenciatura en
Psicología. Facultad de Psicología, Universidad de
la Habana.
— Arce, C., Torrado, J., Andrade, E. y Alzate, M.
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